21.12.10

 

Tengo varios días en Santo Domingo, y mi boleto de regreso a Londres es en pocos días. Quisiera quedarme un poco más y a la vez no. Es un sentimiento extraño y a la vez no; Estar de nuevo en casa. La verdad echo de menos a Jon, pero también echaba de menos estar aquí, en el cálido caribe al que sólo los nativos llaman paraíso. Porque no entienden que hay cosas más importantes en la vida que el clima. Aunque créame, el calor que se vive aquí a veces no hay quien lo aguante. En fin, extrañaba a mis abuelas, mis padres, mis hermanos… en fin, familia y amigos. Pero bueno, la vida siempre me enseña lo mismo de distintas formas. Para nacer sólo es necesario morir, y para morir en vida, también. Es fácil caer en el abismo de la muerte en vida. Lo veo a diario, y no quiero ser una muerta en vida. En mi acelere trato de vivir mi vida con alegría, y de alegrar a los demás. Y mientras escribo sigo en el mismo patín. 

En este viaje he intentado ver personas importantes para mí. A veces se me ha dado, otras nó. Es que el cariño, la disponibilidad y la prioridad de ver a alguien no se puede forzar. De repente me dá una tristeza y un vacío en el corazón, porque quisiera que todo fuese igual, y nada es igual. A quien amas, con quien ríes, con quien lloras.

Al final, todo pasa –  sólo nos toca esperar.

Pénsandolo bien… sí, quiero quedarme unos días más. A ver si esta escrito en el libro de los dioses. 

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