La maldición del pasaporte negro

Todos los dominicanos de pura cepa saben de la maldición del pasaporte negro. Con “pura cepa” me refiero a aquellos que no tienen otro pasaporte y que a la mala tienen que joderse.

La verdad es que estoy orgullosa de mis raíces y mi cultura, pero viajar como dominicana es una vaina! Sobretodo si uno vive fuera por dos razones:

  1. Siempre hay que pedir visa si uno quiere salir de donde está a otro país que no sea el de uno, salvo muy pocas excepciones (al menos que sea en la unión Europea.)

  2. Y cuando por fin te la dan, es casi siempre por el tiempo justo del viaje. Osea que si uno quiere viajar otra vez, hay que volver a lo mismo.

Por ejemplo yo. Soy dominicana. Vivo en Londres desde hace 5 años y como el Reino Unido no pertenece a la comunidad europea, siempre es una pela para yo viajar. Y eso de verdad me quita todo el deseo de explorar y conocer otros lugares. Quién lo diría; yo, viviendo en Londres desde hace tanto tiempo y casi no he ido a parte. Londres, estando en el medio del mundo y con pasajes a Europa y otras partes relativamente baratos. Se supone que debería ya conocerme toda Europa y un chin mas… Pero, es que  este pasaporte es una vaina!

No es que sea pesimista, pero he pasado por mas que suficiente experiencias que comprueban la maldición del pasaporte negro.

Ya como adulta, mi experiencia en los consulados europeos no ha sido muy grata que digamos. Recuerdo como ayer, era junio del 2006 y yo con los días contados para mi aventura al viejo mundo, me interné por 3 días en el consulado de Alemania para sacar mi visa Schengen. La idea era, ya que cruzaba el charco, quería tener la posibilidad de viajar a otras partes, empezando por Alemania. Yo ya tenía mi visa de estudiante para el Reino Unido, entonces suponía que una visa a Alemania no debiera ser tan difícil. No sé, tal vez fue mi error ir sola a solicitarla, sin el respaldo de mi padre o de un funcionario del gobierno. Y si algo he aprendido es que en esta vida se necesita tener conecciones hasta para morirse. Pero en ese momento no tenía opción y valientemente me lancé a la batalla. Yo contra la fría cónsul Alemana. Y quién ganó? Obviamente ella. Y así, como que ná é ná, me negó la visa. Después de tanta lucha, me mandaron pa’ mi casa, sin pito y sin flauta. Y así fue. ¡Qué cuerda! El 28 de Junio me marché a Londres, pero mi sueño de viajar por europa se fue desvaneciendo. Y por varios años el único viaje que hacia era volver a mi tierra, lugar donde el pasaporte negro es común y donde la maldición del pasaporte negro no existe. Y así un día, buscando alternativas, en el 2008 decidí ir a Israel con una amiga, ya que como dominicana, es uno de los pocos lugares que no se requiere visa para entrar. Y así, al igual hay otros países en los que con todo y maldición nos dejan entrar. Como por ejemplo: Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Cuba, Japón, Corea del Sur, Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador.) Eso sí, sólo porque nos dejen entrar sin visa, no quiere decir que no nos hagan pasar un mal rato en imigración.

Y así nos tratan, como si todos los portadores del pasaporte negro somos delincuentes o simplemente nos queremos “quedar” en el país que visitamos, sobre todo en los lugares que nos da tanto trabajo sacar la visa. Ese puede ser el caso de muchos de mis compatriotas, pero no de todos.

Así pasó el tiempo. Era Julio del 2009, y decidí ir a Francia. Y en el consulado francés de aquí en Londres me trataron malísimo. Perdí un pasaje por tren porque me la negaron por primera vez cuando después de muchos viajes al consulado, me la otorgaron exactamente por los 3 días que iba y me ficharon en lista negra. Me estamparon el pasaporte y tuve que regresar el lunes después para que me quitaran de su lista negra. En el 2010, volví a mi rutina pasada y el único viajecito que me dí fue a Estados Unidos (ya tengo visa hasta el 2016) y a mi paisito. Este año fui a Austria a visitar a mi prima y a su familia, y cuando fui a la embajada con carta de su marido (el Austríaco) porque si voy con carta de ella con su pasaporte negro, a lo mejor me la niegan más facil. En fin, después de varios viajes a la embajada, incertidumbre y dolores de cabeza, me preguntaba mil veces lo mismo, que quien es ese hombre! Y yo acojonado, le dije a la cónsul: “ese es el marido de mi prima. Pero es a ver a mi familia que yo voy!” Y nada, acabaron dándome la visa por 30 días esta vez. Pero qué pela! No creo que haya necesidad para ese trato. A lo mejor como soy mujer, creen que a lo que voy es a cuerear! Sinceramente no los culpo, con la reputación que tenemos en el extranjero. Pero de que estoy harta, toy JARTA con J!

En conclusión, la maldición del pasaporte negro no es un mito, es una realidad. Pero a quien culpar? ¿El gobierno? A la falta de educación? A los países más desarrollados? Quien sabe, lamentablemente mientras sigamos como vamos, con incidentes como ofreciendo un millón de pesos por recompensa de entregar a una delincuente que debía estar presa; Mientras existan candidatos a la presidencia como Hipólito con su slogan “Llegó Papá” y peor aún, mientras exista un pueblo que no aprende del pasado, mientras siga la corrupción en el gobierno y la policía; Mientras se sacrifiquen parques nacionales y se ignoren las necesidades del pueblo… Mientras no se cumpla la ley del 4% a la Educación que merecemos, seguiremos en lo mismo…

En la maldición del pasaporte (por ahora) negro.

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