Por Ahí…
Un día cualquiera en el 2007 me paseaba por las calles de Londres, y decidí darme un viajecito a Notting Hill. A veces es bueno improvisar, y decidí visitar el restaurante de un amigo a ver si estaba. No estaba, así que de igual modo me senté, pedí una copita de vino, y así pasé la noche, escribiendo…contemplando, tranquila.
De repente entra un tipo con su hijo. Un niño rubio, precioso, muy gracioso… Me recordaba a mi hermano Juan Carlos cuando tenía esa edad. Como deseaba ese niño ser grande! Le enseña su «skateboard» a Magda, la mesera con tanto entusiasmo. «Mira mi skateboard!» Decía, y yo sólo sonreía. A veces pienso, cómo somos niños a veces, como necesitamos la atención de todos…
Es tan lindo ver como los niños no temen a nada… Como sienten, y como nos enseñan. Porque a medida que crecemos, vamos borrando esa inocencia, esa alegría.. creemos tener pactos con esta maldita sociedad. Y lo peor es que intentamos cumplirlos…
Pactos que nos dictan qué hacer, cómo comportarse, cómo vestir, cómo hablar, y para qué…
¿Existe alguna razón? Ser quien es o ser quien uno no es?
Lograr disciplina en nuestras vidas no es fácil… Actuar por deber. Pero cuánta satisfacción se siente al haber cumplido!
Lo ideal es ser feliz… Como le dijo la flor al principito: «Procura ser feliz.»
Y en eso ando ...Procurando ser feliz, por eso lucho, sin límites.
Y aunque ahora parece en vano, todos los días me levanto. Miro hacia arriba, cierro los ojos y afirmo desde lo más profundo de mi Alma….»No en vano estoy aquí.»
Como Hernando Gilardi nos dijo una vez, nunca lo olvide…»La responsabilidad no se lleva sobre los hombros, sino en el corazón.»
Los invito a todos a ser felices… a mirar siempre hacia adentro para echar hacia adelante…y evolucionar.
Todo esto y más pensaba en esa triste pero hermosa noche. Sentada en la mesa, miraba hacia a un lado, y luego hacia otro, cuando me dí cuenta que no era la única con lápiz, papel y un trago de compañía.
Y así me sorprendió la noche ese día en el 2007,
Sin máscaras, sin tratos…
Sólo yo…
